"DHA y Astaxantina: la combinación ideal frente a procesos inflamatorios y oxidantes crónicos"

En los últimos años ha habido un incremento en la incidencia de enfermedades crónicas y degenerativas como la aterosclerosis, diabetes, cáncer, la degeneración macular, enfermedades inflamatorias y neurodegenerativas. El metabolismo oxidativo celular es uno de los múltiples factores responsables del desarrollo y evolución de estas patologías y ha sido relacionado con el deterioro funcional que da origen al envejecimiento y alteraciones fisiológicas. La mayoría de estas patologías tienen en común procesos inflamatorios crónicos que sostienen el decurso degenerativo.

Factores como el metabolismo oxidativo celular y la inflamación se vuelven esenciales para la vida siempre y cuando se mantengan en un nivel basal. Pero cuando se superan los niveles de seguridad en las células se produce un desequilibrio entre los agentes prooxidantes y antioxidantes y los factores proinflamatorios y antiinflamatorios y se desencadenan procesos que llevan a una degeneración funcional.

La incorporación de alimentos que ayudan a evitar este desequilibrio resulta insuficiente debido a los hábitos dietarios y a la evolución industrial alimentaria y de aquí la necesidad de suplementarse con agentes antioxidantes y antiinflamatorios.

El DHA, es un ácido graso poliinsaturado de cadena larga definido esencial a partir del cual se producen derivados como las protectinas, resolvinas y maresinas que son potentes moléculas antiinflamatorias. En particular, uno de sus derivados, la Neuroprotectina D1, es capaz de disminuir la producción de moléculas proinflamatorias y bloquear la muerte celular programada (apoptosis). El DHA contribuye en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso, en la salud cerebral, en la salud visual y combate los procesos inflamatorios crónicos y degenerativos.

Los lípidos de las membranas celulares y las lipoproteínas son unas de las moléculas más vulnerables frente al ataque de las especies reactivas de oxígeno. En esta reacción denominada peroxidación lipídica se producen aldehídos que pueden reaccionar con proteínas y ácidos nucleicos, lo que determina efectos citotóxicos, genotóxicos y mutagénicos.

La Astaxantina es un caroteno capaz de cruzar la barrera hematoencefálica y hematoretiniana con una fuerte actividad antioxidante. Es capaz de disminuir la oxidación lipíidica, proteica y del ADN y de consecuencia del estrés oxidativo. Dentro de sus propiedades encontramos también su efecto inmunomodulador y antiinflamatorio. La asociación del DHA con la Astaxantina nos garantiza una protección frente a la peroxidación de los ácidos grasos evitando la formación de moléculas toxicas para el organismo y disminuye los procesos inflamatorios  asociados al deterioro funcional que ocurre en muchas enfermedades.

Ponente: Alessandra Di Penta

Doctora en Neurociencias. Licenciada en Biología. Visitadora médica del Laboratorio Eglè Internacional, S.L.